En la actualidad solo existe un aljibe o cisterna para recogida de las aguas en el Cerro del Castillo. Basilio Pavón en su libro Tratado de Arquitectura hispano-musulmana I: agua, publicado en 1990, recoge que en Carcabuey había dos aljibes, uno en el interior de la fortaleza y otro en el recinto exterior del castillo.
Hoy no existen restos materiales de ese aljibe interior, lo cual no impide que existiera en otro momento y que fuera cegado o simplemente desapareciera en el transcurso del tiempo.
La gran cisterna, que ha llegado a nuestros días, está situada fuera del recinto del castillo medieval. Al exterior muestra unas dimensiones de 11,15 mts de longitud, por 4,60 mts de anchura, por 6,60 de profundidad. En el interior, el depósito mide 10,50 mts de longitud por 4 mts de anchura y 5,50mts de profundidad hasta el arranque de la bóveda. La capacidad de almacenamiento de agua se situaría, aproximadamente, en 250 mts cúbicos.
Es un gran depósito rectangular excavado en el cerro, del que solo sobresale su cubierta de bóveda de medio cañón. Está construido con ladrillos de grandes dimensiones (42 x 18 x 8 cms) colocados de forma radial; las hiladas están separadas por unas lechadas de cal de un grosor similar al de los ladrillos. El interior está revestido de estuco hasta una altura de dos metros. El suelo, presenta restos claros de un pavimento ejecutado de base de teselas rectangulares colocadas formando zigs zags. Se cubre con una bóveda de cañón que muestra en el centro una especie de espiga que corre longitudinalmente a la misma y que la divide en dos sectores. Es como una especie de clave para el arco de la bóveda, sobre la que descansan los ladrillos que descienden hasta los muros laterales del aljibe. La extracción del agua se hacía a través de tres aberturas con forma de pirámide truncada, que existen en la bóveda.
Esta construcción es difícil de datar, los autores que se han ocupado de ella no se ponen de acuerdo a la hora de datarlo. Unos piensan en su origen romano, apoyándose en el tipo de ladrillo y mortero utilizado en su construcción, mientras que en otros creen que es medieval. Basilio Pavón defiende su origen almohade basándose en las grandes dimensiones de los ladrillos y la zarpa que recorre sus lados mayores. Por su parte, Ricardo Córdoba, lo considera de época musulmana por el empleo de la bóveda de medio cañón y el uso del ladrillo como material constructivo, ambos poco usuales en las cisternas romanas y habituales en las construcciones hispanomusulmanas. A tenor de las excavaciones que se están realizando se puede decir que, el aljibe es una construcción cristiana erigida por la orden de Calatrava, una vez que Fernando III le hubo cedido el territorio.
Con independencia al momento de construcción del aljibe, cabe pensar que fue utilizado durante toda la época medieval, de manera alternativa o complementaria al situado en el interior de la fortaleza.
M. ª Ángeles Raya Raya, Carcabuey: Monumental, histórico, artístico. Edita: Ayuntamiento de Carcabuey (Área de Cultura), CajaSur (Obra Social y Cultural), España, 2005, Pp 70-73.